
EXPEDICIÓN
PERÚ 2013



Partimos desde Huaráz, el miércoles 7 de agosto en dirección a Caráz, para esto fuimos al paradero de las combis en Huaráz y nos encontramos con 2 amigos más para tomar el transporte y abaratar costos. Tomamos la combi a las 8:30 am y el costo del transporte fue de 4 dólares por persona.
En Caráz tomamos un taxi que nos llevó a la laguna de Parón. Por la quebrada de Parón hay paredes de granito de más de 200 metros de altura que nos rodeaban y nos entusiasmaban. Paredes de granito con muchas caras para posibles escaladas, en lo alto se veía el Huandoy que es un gigantesco 6000de la cordillera blanca. Al otro extremo se veía un cachito de la esfinge y finalmente llegamos a la laguna de Parón, que es la laguna más grande de la cordillera blanca. Ahí teníamos en mente contratar un porteador, pero no encontramos ninguno de manera que nos repartimos todo. Empezamos el acercamiento por un sendero bien marcado esto nos tomó 4 horas hasta el campamento base donde llegamos aproximadamente a las16h00. Avanzamos hasta el vivac para no tener que usar carpa. Esto nos llevó una hora en una morrena de piedras gigantes de granito para después llegar y encontrar a la esfinge frente a nosotros.

En la cueva acomodamos todo para dormir y el equipo que íbamos a usar en la ascensión. Las cordadas ya venían repartidas desde Ecuador: Joselyn (Josse) con José Luis (Pepo) y Pablo conmigo (Pedro). Josse y Pepo escalarían los primeros 9 largos de la pared, la escalada estaba planificada para 2 días para eso llevamos 6 litros de agua, barras energéticas, comida de marcha, una olla yla cocineta.
Finalmente, cerca de las 10 de la noche nos acostamos a dormir para despertarnos a las 4 y 45. Esa noche nos acostamos con entusiasmo y miedo a la vez.
Jueves 9 de agosto. Sonaron las alarmas a las 4:45. Nos despertamos animosos y temerosos pues todo estaba claro: desayunar, coger el equipo y montarse a la pared.
Todo salió según el plan y a las 6h 10 nos montamos a la pared con un día hermoso de cielo azul. Los primeros 5 largos no presentaron ningún problema a excepción de la radio que se nos cayó del segundo largo. El quinto largo tenía una chimenea de 8 metros de entrada y no pasábamos con las mochilas así que a petatear se ha dicho!!!
No teníamos pensado petatear en la pared pero nada que un buen nudo corazón y un pruxig no pueda solucionar. Claro que si nos llevó mucho tiempo este largo, de inmediato nos dieron las 14h00 por lo que nos dimos un momento para comer e hidratarnos. Inmediatamente nos embarcamos en el techo más largo de la ruta, pues Pablo lo superó en artificial. Al momento de llegar a la estación nos sorprendió una tormenta de nieve que parecía no terminar. Ya cuando pensamos en bajar, el cielo se aclaró y decidimos seguir escalando. No pasó mucho hasta que nos cogió la noche. Bastó que Josse salga del segundo techo para que oscurezca, nos preparamos para pasar la noche en una repisa en bajada donde sentado incómodamente entraban 2 y medio, colgados y parados otros 2. Mientras estuvimos allí pasamos una pequeña nevada. Se aclaró la noche y el topo nos indicaba que arriba había una repisa plana. Decidimos liberar un largo más en la noche. Llegamos a una repisa que se asemejaba al graderío de un estadio ya cansados nos dio las 21 h00 y decidimos dormir en esa repisa estrecha, pero más cómodos que en la anterior. A ratos nos despertábamos pero descansamos.


Al día siguiente nos despertamos a las 6h00 con ansias de escalar y salir ese mismo día de la pared. Comenzamos a escalar un largo y salimos a la repisa de las flores al largo donde era el vivac oficial. Ahí desayunamos y empezamos a escalar. Avanzamos 2 largos y nos dimos cuenta que estábamos perdidos, tuvimos que hacer una travesía hacia la derecha y escalar una canaleta de difícil protección y salimos a un lugar llamado las gradas en donde nos cogió la noche.
Todo el embrollo de habernos perdido nos llevó mucho tiempo, deshidratación y agotamiento, así que decidimos descansar de la estado del último largo donde encontramos una repisa más cómoda para dormir. Derretimos nieve para hidratarnos un poco, en este punto cualquier agua desabrida nos sabia a la mejor Coca-Cola del mundo. La noche pasamos entre tormentas eléctricas en montañas cerca y un poco de nieve. A la mañana siguiente comenzamos a escalar un poco tarde ya que el cielo amaneció cubierto y muy frío. Los últimos tres largos que nos faltaron los escalamos sin mayor dificultad, pero estábamos muy agotados así que nos pareció una eternidad. En el último largo nos dimos cuenta que la pared se había parado de nuevo a 90 grados y la información de otras personas que teníamos fue que del último largo se salía caminando y solo nos encontramos con una fisura vertical que se perdía entre diedros. Buscamos otras posibilidades pero no encontramos nada, así que toco darle con todo y salir por toda la fisura, esta salía hacia una chimenea que se encontraba mojada donde me resbalé y por suerte no me venció el peso de la mochila. Hubiera sido un buen susto. El último seguro se encontraba 10m más abajo. Con la misma viada tocó continuar. Tras esto, al salir a la cumbre sentimos una fuerte emoción al haber conquistado la pared a la que siempre habíamos anhelado llegar. Tomamos fotos y pasamos un momento en la cumbre.


Al comenzar el descenso, el cielo se nubló. Se avecinaba una nevada fuerte que pronto nos alcanzaría empezando los rapeles. Hicimos 3 rapeles, uno de 60m, otro de 30m y el último de 60m. Josse la sufrió al caminar en el slap al final de los rapeles, por lo difícil que era caminar en ellos ya que se encontraban muy mojados por la nevada que había caído. Sin embargo, cuando terminamos se despejó y continuamos bajando la morrena hacia la cueva donde era el "vivac" para cargar las cuerdas mojadas que fue lo peor. Muy pronto anocheció y entre cansancio y deshidratación fuimos con Pablo fueron a ver agua al campo base ya que se había acabado. En el camino entre las piedras, nos pareció haber encontrado una pílsener bien fría como de propaganda con el hielo derritiéndose pero al acercarnos vimos que había sido una alucinación. Hubiera sido lo máximo que fuera real. Al retornar al vivac nos desorientamos por un tiempo a causa del cansancio. Llegamos a la cueva más tarde de lo planeado y encontramos a Pepo y a Josse durmiendo. Los despertamos a que se hidraten y finalmente pudimos dormir como una roca para al día siguiente retornar a Huaráz.
Esta escalada nos amplió los horizontes del tipo de escalada y alpinismo que nos gustaría practicar en el futuro y de paredes que quisiéramos escalar. Fue el gran comienzo de muchos sueños y uno de ellos estaba enfocado en ir a escalar a la isla de Baffin.

